Hoy, la distancia es mayor.

Cuando alguien me da la mano, tengo la sensación de que me están abrazando.

Si me dan dos besos de protocolo, creo que estoy haciendo el amor.

Voy todos los días al estanco y dos veces al día al supermercado. Podría ir una vez a la semana al estanco y una vez cada quince días al supermercado. No lo hago. Me perdería tres saludos al día. Ojalá fumara más. Ojalá tuviera más dinero y más hambre.

Creo que la gente mayor habla más porque su marido, mujer, familia, amigos… han ido muriendo. Hablan más porque son supervivientes. Y que no haya nadie no impide que puedan hablar solos. Yo hablo solo. Cuando era joven y estaba solo durante bastante tiempo, también hablaba solo.

Las manos de los mudos mayores son un torbellino de signos.

Las peluquerías están llenas de gente mayor sin pelo. Yo sólo voy a la peluquería para que me laven la cabeza, y notar unas manos en ella.

Hay una dependienta de un supermercado al que voy que te da el cambio como una cascada. Su mano la hace nacer y la mía es el río.

 

 

Deja una respuesta