dos
…uno de ellos, un poco dios.
una niña en la ventana
Caminando por la mañana, por el invierno, con la cámara en la mano, buscaba la luz –una amiga fotógrafa me dio un único consejo un día: “busca la luz… o “sigue la luz”… que queda más bonito, más inventado. Escuché una exhalación por el rabillo del ojo, también. Era una niña, adolescente, que en mangas de camisa, desde su ventana, había comprobado cuánto frío hacía. Si era tanto como le
Rosalía de Castro
Aquí, en Galicia, al lado del mar, el frío entra desde abajo. Desde el suelo. Y se queda en tus zapatos y en tus calcetines; entre los dedos de los pies, para no tener frío. La lluvia se mezcla con el mar y llueve de lado. Incluso desde el frío de abajo. Arriba te engañan. Las nubes van muy deprisa y el sol es un despiste. Creo que por
Alécio de Andrade
Fue conocido como “el fotógrafo del Louvre”. Durante cuarenta años se paseó por él, robando las sensaciones de sus visitantes. Cuadros sobre cuadros. Muy interesante. Hay mucha información sobre este tema, que dejaré en unos cuantos enlaces al final. Pero yo me voy a salir del museo para mostrar otra parte. Menos conocida. Como siempre, cacharreando, lo encontré en internet. Creo que fue gracias a la desaparecida
Tere
Recuerdo ver a mi hermana planchando, fregando, limpiando de rodillas el suelo con un cepillo de raíz. Era lo normal por ser hija y mujer. La recuerdo bañándome, tocando el piano, estudiando, llamando por teléfono para quedarse un poco más, el día que cumplía dieciocho años, llegando a casa al poco rato. No recuerdo cuando me tiró desde sus brazos al suelo, para ver qué pasaba, y que me tapaba